domingo, 14 de marzo de 2010

Informe sobre las evidencias a favor y en contra del cambio climatico antropogenico.

Segun muchos cientificos los hombre no tenemos porque preocuparnos sobre el cambio de temperatura que esta ocurriendo en la tierra pues supuestamente es un ciclo normal por culpa de la variacion solar ente otras teorias, y que atraves de nuestra historia se han medido cambios similares.


Teoría de la variación solar:

Se han propuesto varias hipótesis para relacionar las variaciones de la temperatura terrestre con variaciones de la actividad solar, que han sido refutadas por los físicos Terry Sloan y Arnold W. Wolfendale. La comunidad meteorológica ha respondido con escepticismo, en parte, porque las teorías de esta naturaleza han sufrido idas y venidas durante el curso del siglo XX.
Sami Solanki, director del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, en Göttingen (Alemania), ha dicho.
El Sol está en su punto álgido de actividad durante los últimos 60 años, y puede estar ahora afectando a las temperaturas globales (...) Las dos cosas: el Sol más brillante y unos niveles más elevados de los así llamados «gases de efecto invernadero», han contribuido al cambio de la temperatura de la Tierra, pero es imposible decir cuál de los dos tiene una incidencia mayor.
Willie Soon y Sallie Baliunas del Observatorio de Harvard correlacionaron recuentos históricos de manchas solares con variaciones de temperatura. Observaron que cuando ha habido menos manchas solares, la Tierra se ha enfriado (Ver Mínimo de Maunder y Pequeña Edad de Hielo) y que cuando ha habido más manchas solares, la Tierra se ha calentado, aunque, ya que el número de manchas solares solamente comenzó a estudiarse a partir de 1700, el enlace con el período cálido medieval es, como mucho, una especulación.




Las teorías han defendido normalmente uno de los siguientes tipos:
Los cambios en la radiación solar afectan directamente al clima. Esto es considerado en general improbable, ya que estas variaciones parecen ser pequeñas.
Las variaciones en el componente ultravioleta tienen un efecto. El componente UV varía más que el total.
Efectos mediados por cambios en los rayos cósmicos (que son afectados por el viento solar, el cual es afectado por el flujo solar), tales como cambios en la cobertura de nubes.



Aunque pueden encontrarse a menudo correlaciones, el mecanismo existente tras esas correlaciones es materia de especulación. Muchas de estas explicaciones especulativas han salido mal paradas del paso del tiempo, y en un artículo («Actividad solar y clima terrestre, un análisis de algunas pretendidas correlaciones», en Journal of Atmospheric and Solar-Terrestrial Physics, pág. 801-812, 2003) Peter Laut demuestra que hay inexactitudes en algunas de las más populares, notablemente en las de Svensmark y Lassen (ver más abajo).
En 1991, Knud Lassen —del Instituto Meteorológico de Dinamarca (en Copenhague)— y su colega Eigil Friis-Christensen, encontraron una importante correlación entre la duración del ciclo solar y los cambios de temperatura en el Hemisferio Norte. Inicialmente utilizaron mediciones de temperaturas y recuentos de manchas solares desde 1861 hasta 1989, pero posteriormente encontraron que los registros del clima de cuatro siglos atrás apoyaban sus hallazgos. Esta relación aparentemente explicaba, de modo aproximado, el 80% de los cambios en las mediciones de temperatura durante ese período. Sallie Baliuna, un astrónomo del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica), se encuentra entre los que apoyan la teoría de que los cambios en el Sol «pueden ser responsables de los cambios climáticos mayores en la Tierra durante los últimos 300 años, incluyendo parte de la reciente ola de calentamiento global».
Sin embargo, el 6 de mayo de 2000 la revista New Scientist informó que Lassen y el astrofísico Peter Thejil habían actualizado la investigación de Lassen de 1991 y habían encontrado que, a pesar de que los ciclos solares son responsables de cerca de la mitad de la elevación de temperatura desde 1900, no logran explicar una elevación de 0,4 °C desde 1980:

Las curvas divergen a partir de 1980 y se trata de una desviación sorprendentemente grande. Algo más está actuando sobre el clima. [...] Tiene las «huellas digitales» del efecto invernadero.
Posteriormente, en el mismo año, Peter Stoff y otros investigadores de Centro Hadley, en el Reino Unido, publicaron un artículo en el que dieron a conocer el modelo de simulación hasta la fecha más exhaustivo sobre el clima del siglo XX. Su estudio prestó atención tanto a los agentes forzadores naturales (variaciones solares y emisiones volcánicas) como al forzamiento antropogénico (gases invernadero y aerosoles de sulfato). Al igual que Lassen y Thejil, encontraron que los factores naturales daban explicación al calentamiento gradual hasta aproximadamente 1960, seguido posteriormente de un retorno a las temperaturas de finales del siglo XIX, lo cual era consistente con los cambios graduales en el forzamiento solar a lo largo del siglo XX y la actividad volcánica durante las últimas décadas.
Sin embargo, estos factores no podían explicar por sí solos el calentamiento en las últimas décadas. De forma similar, el forzamiento antropogénico, por sí solo, era insuficiente para explicar el calentamiento entre 1910-1945, pero era necesario para simular el calentamiento desde 1976. El equipo de Stott encontró que combinando todos estos factores se podía obtener una simulación cercana a la realidad de los cambios de temperatura globales a lo largo del siglo XX. Predijeron que las emisiones continuadas de gases invernadero podían causar incrementos de temperatura adicionales en el futuro «a un ritmo similar al observado en las décadas recientes».
En 2008 apareció un estudio (Lean y Rind, 2008) que reevaluaba la influencia de los fenómenos naturales en el calentamiento, dando como resultado que la actividad solar, lejos de contribuir al mismo, podrían incluso haber enfriado el clima ligeramente. Una continuación del mismo estudio que se publicará en 2009 pronostica que los ciclos esperados tanto de actividad solar como del ENSO provocarán un calentamiento más intenso durante cinco años, en contraste con los siete anteriores, donde dicha actividad lo contrarrestó.
Otras hipótesis:
Se han propuesto otras hipótesis en el ámbito científico:
El incremento en temperatura actual es predecible a partir de la teoría de las Variaciones orbitales, según la cual, los cambios graduales en la órbita terrestre alrededor del Sol y los cambios en la inclinación axial de la Tierra afectan a la cantidad de energía solar que llega a la Tierra.
El calentamiento se encuentra dentro de los límites de variación natural y no necesita otra explicación particular.
El calentamiento es una consecuencia del proceso de salida de un periodo frío previo, la Pequeña Edad de Hielo y no requiere otra explicación.
Algunos escépticos argumentan que la tendencia al calentamiento no está dentro de los márgenes de lo que es posible observar (dificultad de generar un promedio de la temperatura terrestre para todo el globo debido a la ausencia de estaciones meteorológicas, especialmente en el océano, sensibilidad de los instrumentos a cambios de unas pocas decenas de grados celsius), y que por lo tanto no requiere de una explicación a través del efecto invernadero.
Bibliografia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Calentamiento_global#Teor.C3.ADa_de_la_variaci.C3.B3n_solar

En el caso contrario hay cientificos que dicen que el calentamiento global en el ultimo siglo ha sido causado por los seres humanos que estan elevando los gases de efecto invernadero que estan elevando la temperatura y cuasando grandes cambios en nuestro planeta.

Teoria de los gases invernaderos:

La hipótesis de que los incrementos o descensos en concentraciones de gases de efecto invernadero pueden dar lugar a una temperatura global mayor o menor fue postulada extensamente por primera vez a finales del s. XIX por Svante Arrhenius, como un intento de explicar las eras glaciales. Sus coetáneos rechazaron radicalmente su teoría.
La teoría de que las emisiones de gases de efecto invernadero están contribuyendo al calentamiento de la atmósfera terrestre ha ganado muchos adeptos y algunos oponentes en la comunidad científica durante el último cuarto de siglo. El IPCC, que se fundó para evaluar los riesgos de los cambios climáticos inducidos por los seres humanos, atribuye la mayor parte del calentamiento reciente a las actividades humanas. La NAC (National Academy of Sciences: Academia Nacional de Ciencias) de Estados Unidos también respaldó esa teoría. El físico atmosférico Richard Lindzen y otros escépticos se oponen a aspectos parciales de la teoría.
Hay muchos aspectos sutiles en esta cuestión. Los científicos atmosféricos saben que el hecho de añadir dióxido de carbono CO2 a la atmósfera, sin efectuar otros cambios, tenderá a hacer más cálida la superficie del planeta. Pero hay una cantidad importante de vapor de agua (humedad, nubes) en la atmósfera terrestre, y el vapor de agua es un gas de efecto invernadero. Si la adición de CO2 a la atmósfera aumenta levemente la temperatura, se espera que más vapor de agua se evapore desde la superficie de los océanos. El vapor de agua así liberado a la atmósfera aumenta a su vez el efecto invernadero (El vapor de agua es un gas de invernadero más eficiente que el CO2 A este proceso se le conoce como la retroalimentación del vapor de agua (water vapor feedback en inglés). Es esta retroalimentación la causante de la mayor parte del calentamiento que los modelos de la atmósfera predicen que ocurrirá durante las próximas décadas. La cantidad de vapor de agua así como su distribución vertical son claves en el cálculo de esta retroalimentación. Los procesos que controlan la cantidad de vapor en la atmósfera son complejos de modelar y aquí radica gran parte de la incertidumbre sobre el calentamiento global.
El papel de las nubes es también crítico. Las nubes tienen efectos contradictorios en el clima. Cualquier persona ha notado que la temperatura cae cuando pasa una nube en un día soleado de verano, que de otro modo sería más caluroso. Es decir: las nubes enfrían la superficie reflejando la luz del Sol de nuevo al espacio. Pero también se sabe que las noches claras de invierno tienden a ser más frías que las noches con el cielo cubierto. Esto se debe a que las nubes también devuelven algo de calor a la superficie de la Tierra. Si el CO2 cambia la cantidad y distribución de las nubes podría tener efectos complejos y variados en el clima y una mayor evaporación de los océanos contribuiría también a la formación de una mayor cantidad de nubes.
A la vista de esto, no es correcto imaginar que existe un debate entre los que «defienden» y los que «se oponen» a la teoría de que la adición de CO2 a la atmósfera terrestre dará como resultado que las temperaturas terrestres promedio serán más altas. Más bien, el debate se centra sobre lo que serán los efectos netos de la adición de CO2, y en si los cambios en vapor de agua, nubes y demás podrán compensar y anular este efecto de calentamiento. El calentamiento observado en la Tierra durante los últimos 50 años parece estar en oposición con la teoría de los escépticos de que los mecanismos de autorregulación del clima compensarán el calentamiento debido al CO2
Los científicos han estudiado también este tema con modelos computarizados del clima. Estos modelos se aceptan por la comunidad científica como válidos solamente cuando han demostrado poder simular variaciones climáticas conocidas, como la diferencia entre el verano y el invierno, la Oscilación del Atlántico Norte o El Niño. Se ha encontrado universalmente que aquellos modelos climáticos que pasan estas evaluaciones también predicen siempre que el efecto neto de la adición de CO2 será un clima más cálido en el futuro, incluso teniendo en cuenta todos los cambios en el contenido de vapor de agua y en las nubes. Sin embargo, la magnitud de este calentamiento predicho varía según el modelo, lo cual probablemente refleja las diferencias en el modo en que los diferentes modelos representan las nubes y los procesos en que el vapor de agua es redistribuido en la atmósfera.
Sin embargo, las predicciones obtenidas con estos modelos no necesariamente tienen que cumplirse en el futuro. Los escépticos en esta materia responden que las predicciones contienen exageradas oscilaciones de más de un 400% entre ellas, que hace que las conclusiones sean inválidas, contradictorias o absurdas. Los ecólogos responden que los escépticos no han sido capaces de producir un modelo de clima que no prediga que las temperaturas se elevarán en el futuro. Los escépticos discuten la validez de los modelos teóricos basados en sistemas de ecuaciones diferenciales, que son sin embargo un recurso común en todas las áreas de la investigación de problemas complejos difíciles de reducir a pocas variables, cuya incertidumbre es alta siempre por la simplificación de la realidad que el modelo implica y por la componente caótica de los fenómenos implicados. Los modelos evolucionan poniendo a prueba su relación con la realidad prediciendo (retrodiciendo) evoluciones ya acaecidas y, gracias a la creciente potencia de los ordenadores, aumentando la resolución espacial y temporal, puesto que trabajan calculando los cambios que afectan a pequeñas parcelas de la atmósfera en intervalos de tiempo discretos.
Las industrias que utilizan el carbón como fuente de energía, los tubos de escape de los automóviles, las chimeneas de las fábricas y otros subproductos gaseosos procedentes de la actividad humana contribuyen con cerca de 22.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (correspondientes a 6.000 millones de toneladas de carbón puro) y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera terrestre cada año. La concentración atmosférica de CO2 se ha incrementado hasta un 31% por encima de los niveles pre-industriales, desde 1750. Esta concentración es considerablemente más alta que en cualquier momento de los últimos 420.000 años, el período del cual han podido obtenerse datos fiables a partir de núcleos de hielo. Se cree, a raíz de una evidencia geológica menos directa, que los valores de CO2 estuvieron a esta altura por última vez hace 40 millones de años. Alrededor de tres cuartos de las emisiones antropogénicas de CO2 a la atmósfera durante los últimos 20 años se deben al uso de combustibles fósiles. El resto es predominantemente debido a usos agropecuarios, en especial deforestación.
Los gases de efecto invernadero toman su nombre del hecho de que no dejan salir al espacio la energía que emite la Tierra, en forma de radiación infrarroja, cuando se calienta con la radiación procedente del Sol, que es el mismo efecto que producen los vidrios de un invernadero de jardinería. Aunque éstos se calientan principalmente al evitar el escape de calor por convección.
El efecto invernadero natural que suaviza el clima de la Tierra no es cuestión que se incluya en el debate sobre el calentamiento global. Sin este efecto invernadero natural las temperaturas caerían aproximadamente 30 °C. Los océanos podrían congelarse, y la vida, tal como la conocemos, sería imposible. Para que este efecto se produzca, son necesarios estos gases de efecto invernadero, pero en proporciones adecuadas. Lo que preocupa a los climatólogos es que una elevación de esa proporción producirá un aumento de la temperatura debido al calor atrapado en la baja atmósfera.
Los incrementos de CO2 medidos desde 1958 en Mauna Loa muestran una concentración que se incrementa a una tasa de cerca de 1,5 ppm por año. De hecho, resulta evidente que el incremento es más rápido de lo que sería un incremento lineal. El 21 de marzo del 2004 se informó de que la concentración alcanzó 376 ppm (partes por millón). Los registros del Polo Sur muestran un crecimiento similar al ser el CO2 un gas que se mezcla de manera homogénea en la atmósfera.

Bibliografia: http://es.wikipedia.org/wiki/Cambio_clim%C3%A1tico



Opinion personal:
Me parece que aunque muchos cientificos traten de comprobar que el cambio climatico es por razones naturales o porque los humanos estamos influyendo, no es el factor principal, lo mas importante es que la temperatura se esta elevando y esta produciondo grandes cambios en nuestro plaenta que afectan toda la vida terrestre por lo tanto tenemos que hacer algo, aunque este un poco tarde pero hay que empezar a cambiar nuestra realidad.
El debate no puede ser el por que del calentamiento, tiene que ser el como combatirlo, y gracias a la disposicion de muchos paises desarrollados y en via de desarrollo en el mundo se estan apoyando proyectos para combatir el calentamiento global.
Aun asi para crear un cambio significativo en nuestro planeta no pueden ser solo los paises mas ricos o con mas desarrollo, si no que todos los seres humanos tenemos que aprender a producir menos gases de efecto invernadero y buscarle solucion para que las maquinas y demas cosas como fabricas que produscan los gases rebajen los indices de produccion de estos.
Asi con un apoyo de todos podremos arreglar este problema, pero no sera facil y tendremos que tener paciencia.

Evidencias a favor y Evidencias en contra sobre el papel de los seres humanos en el problema del calentamiento global.


Mister que pena que se vea un poco mal la tabla pero no encontre como mas subirla sino como imagen. Dele click para ver la tabla grande.

sábado, 13 de marzo de 2010

Copenhague 2009.




Qué es el protocolo Copenhague

El denominado Protocolo de Copenhague es un proyecto sobre el cambio climático que se presenta en la conferencia de Naciones Unidas, que se llevará a cabo en la ciudad de Copenhague en el 2009. También llamada COP 15, será quien reemplazará el Protocolo de Kioto:
En la COP3, celebrada en Japón en 1997, diversos países firmaron el Protocolo de Kioto, que va un paso más allá en el proceso y obliga a los países participantes a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 5% respecto a los niveles de 1990. Todos los países de la UE firmaron el Protocolo de Kioto en 1997. La UE se comprometió a reducir las emisiones de gases invernadero un promedio del 8% entre 2008 y 2012 respecto a los niveles de 1990. Tras varias negociaciones políticas entre los 15 países de la UE, se requirió que Dinamarca redujera sus emisiones de gases de efecto invernadero un 21% respecto a los niveles de 1990 entre 2008 y 2012; véase el Acuerdo de Reparto de Carga.
En diciembre de 2006, los Estados miembros de la UE publicaron un plan de distribución para 2008-2012, que definía los planes de implantación de los acuerdos suscritos. EE.UU., China e India no ratificaron el Protocolo de Kioto, porque pensaban que sus objetivos eran demasiado restrictivos. La comunidad internacional ya está debatiendo las medidas que entrarán en vigor cuando el Protocolo de Kioto prescriba en 2012. La reunión COP13 de diciembre de 2007 en Bali se ha marcado como meta acordar una plataforma común de Naciones Unidas.
La idea es firmar un nuevo protocolo en Copenhague (Dinamarca) en 2009 (el sucesor del Protocolo de Kioto). Para que el nuevo acuerdo internacional tenga aun más impacto que el Protocolo de Kioto sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, resulta esencial que EE.UU., China e India ratifiquen el acuerdo que reemplace al Protocolo de Kioto.
Ésta puede ser la última oportunidad para evitar un cambio climático que se nos escape definitivamente de las manos.




América Latina frente a la Conferencia de Copenhague
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, inauguró el segundo Diálogo de América Latina y el Caribe sobre el camino hacia Copenhague: la negociación sobre cambio climático en 2009 en la sede de la Comisión, en Santiago de Chile.
Participaron en la apertura el Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, Ricardo Lagos; el Vicepresidente del Grupo de Trabajo Especial sobre la cooperación a largo plazo en el marco de la Convención sobre el Cambio Climático, Luiz Alberto Figueiredo y el Vicecanciller de Chile Alberto van Klaveren.
"Nuevamente la CEPAL brinda hoy un espacio de diálogo de carácter neutral, que pueda ayudar a la región a reflexionar sobre los temas comunes. Esta cita reúne únicamente a representantes de la región con el fin de permitirles acercar sus puntos de vista", indicó Alicia Bárcena.
Ricardo Lagos saludó la oportunidad de diálogo que el encuentro abre para América Latina y El Caribe.
"Estamos a tiempo para una negociación multilateral", señaló y destacó la importancia de que esta cita tenga lugar precisamente antes de la reunión de alto nivel sobre cambio climático convocada para el 22 de septiembre en Nueva York, por el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Alberto van Klaveren consideró, por su parte, que la reunión es un paso significativo en la búsqueda de la "necesaria voz regional" en materia de cambio climático.
Ministros, viceministros y representantes de las Secretarías de Medio Ambiente, Relaciones Exteriores, Hacienda y Economía de una veintena de países de la región participan en la reunión.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL destacó que este segundo diálogo constituye una buena oportunidad para que los países latinoamericanos y caribeños conciban mensajes que contribuyan al debate tanto en el marco de la reunión de alto nivel de Nueva York como en la decimoquinta Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 15), que se desarrollará en Copenhague en diciembre venidero.
Bárcena recordó además que de cara a la cita de Copenhague, la CEPAL está preparando los informes de economía del cambio climático de los países de la región, que contienen evaluaciones sobre los impactos del fenómeno en los sectores productivos.


Objetivos:
Objetivo en la reducción de emisiones de CO2 para el 2050, de, al menos, 80% de las emisiones existentes en 1990.
Compromisos claros y equitativos de los paises; los paises industrializados deberán reducir sus emisiones un 40% para 2020, y un 95% para 2050 respecto a los niveles de 1990. Los paises en desarrollo, con ayuda de los industrializados, deberán reducir sus emisiones entre un 15 y un 30% para 2020.
Financiación por parte de los paises industrializados para permitir a los paises en desarrollo la adaptación a los cambios provocados por el cambio climático.
Asegurar una reducción drástica de emisiones producidas por la deforestación y degradación de los bosques, hasta llegar a pararla en 2020, con respeto de los derechos de los pueblos.
Los acuerdos alcanzados finalmente fueron mucho mas limitados, y no vinculantes en gran parte, este acuerdo no ha sido lo que se esperaba, principalmente por la opocisión de China y la complicidad de Estados Unidos.

Qué repercusiones podría tener la aplicación de este protocolo sobre la producción industrial y el uso de ciertos combustibles.

El 11 de diciembre de 1997 los países industrializados se comprometieron, en la ciudad de Kioto, a ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases de efecto invernadero. Los gobiernos signatarios de dichos paises pactaron reducir en al menos un 5% en promedio las emisiones contaminantes entre 2008 y 2012, tomando como referencia los niveles de 1990. El acuerdo entró en vigor el 16 de febrero de 2005, después de la ratificación por parte de Rusia el 18 de noviembre de 2004.
El objetivo principal es disminuir el cambio climático antropogénico cuya base es el efecto invernadero. Según las cifras de la ONU, se prevé que la temperatura media de la superficie del planeta aumente entre 1,4 y 5,8 °C de aquí a 2100, a pesar que los inviernos son más fríos y violentos. Esto se conoce como Calentamiento global. «Estos cambios repercutirán gravemente en el ecosistema y en nuestras economías», señala la Comisión Europea sobre Kioto.
Una cuestión a tener en cuenta con respecto a los compromisos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero es que la energía nuclear queda excluida de los mecanismos financieros de intercambio de tecnología y emisiones asociados al Protocolo de Kioto, pero es una de las formas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en cada país. Así, el IPCC en su cuarto informe, recomienda la energía nuclear como una de las tecnologías clave para la mitigación del calentamiento global.
Entrada en vigor
Se estableció que el compromiso sería de obligatorio cumplimiento cuando lo ratificasen los países industrializados responsables de, al menos, un 55% de las emisiones de CO2. Con la ratificación de Rusia en noviembre de 2004, después de conseguir que la UE pague la reconversión industrial, así como la modernización de sus instalaciones, en especial las petroleras, el protocolo ha entrado en vigor.
Además del cumplimiento que estos países han hecho en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero se promovió también la generación de un desarrollo sostenible, de tal forma que se utilice también energías no convencionales y así disminuya el calentamiento global.
Respecto de los países en desarrollo, el Protocolo no exige a bajar sus emisiones, aunque sí deben dar señas de un cambio en sus industrias.
El gobierno de Estados Unidos firmó el acuerdo pero no lo ratificó (ni Bill Clinton, ni George W. Bush), por lo que su adhesión sólo fue simbólica hasta el año 2001 en el cual el gobierno de Bush se retiró del protocolo, según su declaración, no porque no compartiese su idea de fondo de reducir las emisiones, sino porque considera que la aplicación del Protocolo es ineficiente (Estados Unidos, con apenas el 4% de la población mundial, consume alrededor del 25% de la energía fósil y es el mayor emisor de gases contaminantes del mundo ) e injusta al involucrar sólo a los países industrializados y excluir de las restricciones a algunos de los mayores emisores de gases en vías de desarrollo (China e India en particular), lo cual considera que perjudicaría gravemente la economía estadounidense.



Por qué razón los Estados Unidos, a pesar de producir un gran porcentaje de los gases de invernadero, ha decidido retirarse del Protocolo.

El presidente de los E.U en esos momentos era Bush y el dijo que el protocolo de kioto era una mala negociacion para los estados unidos pues tendrian que reducir las emisiones de gases por debajo de las emisiones de 1990 lo que significaria un largo periodo de desempleo y destruccion economica.
La Casa Blanca estima que el tratado está llamado al fracaso, parcialmente porque no exige a los países en desarrollo un recorte de las emisiones de gases.Washington dice apoyar la reducción voluntaria de las emisiones y la aplicación de nuevas tecnologías ambientales.
Algunos estiman que el tratado es demasiado débil, que sin el apoyo de EE.UU. no puede prosperar, y que éste sólo toca el problema de manera superficial pues para controlar el problema se necesitan reducciones de hasta el 60%.Otros creen que la no aplicación significaría un desastre y que a pesar de sus deficiencias el acuerdo aporta un marco adecuado para futuras negociaciones, que podrían completarse en una década.A pesar de que el acuerdo no ha entrado en vigor en una escala internacional, ya éste es ley en algunos países, en varios estados de EE.UU. y en la Unión Europea.Sin el protocolo, políticos y compañías que buscan crear una situación ambiental más sana, tendrían que enfrentar un panorama más difícil.

Qué es el Protocolo de Kyoto y qué países han decidido aplicarlo.




Protocolo de Kioto sobre el cambio climático

Posición de los diversos países en 2009 respecto del Protocolo de Kioto. Firmado y ratificado. Firmado pero con ratificación pendiente. Firmado pero con ratificación rechazada. No posicionado.
El Protocolo de Kioto sobre el cambio climático es un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases que causan el calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados: Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6), en un porcentaje aproximado de al menos un 5%, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012, en comparación a las emisiones al año 1990. Por ejemplo, si la contaminación de estos gases en el año 1990 alcanzaba el 100%, al término del año 2012 deberá ser al menos del 95%. Es preciso señalar que esto no significa que cada país deba reducir sus emisiones de gases regulados en un 5% como mínimo, sino que este es un porcentaje a nivel global y, por el contrario, cada país obligado por Kioto tiene sus propios porcentajes de emisión que debe disminuir.
El instrumento se encuentra dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), suscrita en 1992 dentro de lo que se conoció como la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. El protocolo vino a dar fuerza vinculante a lo que en ese entonces no pudo hacer la CMNUCC.
La Unión Europea y España en el Protocolo de Kioto
La Unión Europea, como agente especialmente activo en la concreción del Protocolo, se comprometió a reducir sus emisiones totales medias durante el periodo 2008-2012 en un 8% respecto de las de 1990. No obstante, a cada país se le otorgó un margen distinto en función de diversas variables económicas y medioambientales según el principio de «reparto de la carga», de manera que dicho reparto se acordó de la siguiente manera: Alemania (-21%), Austria (-13%), Bélgica (-7,5%), Dinamarca (-21%), Italia (-6,5%), Luxemburgo (-28%), Países Bajos (-6%), Reino Unido (-12,5%), Finlandia (-2,6%), Francia (-1,9%), España (+15%), Grecia (+25%), Irlanda (+13%), Portugal (+27%) y Suecia (+4%).
Por su parte, España -que, como vemos, se comprometió a aumentar sus emisiones un máximo del 15% en relación al año base- se ha convertido en el país miembro que menos posibilidades tiene de cumplir lo pactado. En concreto, el incremento de sus emisiones en relación a 1990 durante los últimos años ha sido como sigue: 1996: 7%; 1997: 15%; 1998: 18%; 1999: 28%; 2000: 33%; 2001: 33%; 2002: 39%; 2003: 41%; 2004: 47%; 2005: 52%; 2006: 49%; 2007: 52%; 2008: 42,7%.Esta información puede consultarse en el Inventario Español de Gases de Efecto Invernadero que incluye el envío oficial a la Comisión Europea y a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
El problema que supone para España esta distribución de compromisos de umbrales de emisiones es que implica techos económicos diferentes para cada país de la Unión Europea. España, desde 1990, obtuvo un crecimiento económico espectacular, traduciéndose éste último en un aumento del transporte y el consumo energético de las familias y la industria. Esta explicación de los techos económicos diferentes se complementa con el hecho de que el consumo energético es directamente proporcional al desarrollo económico y el nivel de emisiones de CO2 es proporcional al consumo energético. Por ello, dentro de un mercado libre y competitivo en la Unión Europea, España está en desigualdad de condiciones con respecto al resto de países. Además, España, bastante alejada de sus compromisos, es el segundo país mundial en producción de energía eólica y el país referencia en % de energía renovable sobre la total consumida. El objetivo de España debe ser el de seguir este camino de aumento de renovables, aumentar la eficiencia y razonabilidad de los consumos y exigir la igualdad en limites de cantidades de CO2 por habitante y año con los demás países de la Unión Europea. Quizás también aumentar la generación de energía nuclear, siempre barata aunque con el problema de los residuos nucleares, en los términos en los que se limitan las energías renovables. Estas limitaciones, concretamente para el caso de la energía eólica, radican en su irregularidad generadora, las inestabilidades que producen en la Red Eléctrica Española, y su incapacidad para regular la carga generada. Recordemos que la generación de la energía volcada a la red debe ser igual a la que se consume en cada momento. Ya que esta segunda oscila constantemente, la energía generada debe adaptarse mediante la regulación y la planificación horaria.




La Argentina y el Protocolo de Kioto
La República Argentina, como país en desarrollo y con aproximadamente el 0,6 por ciento del total de las emisiones mundiales, no estaba obligada a cumplir las metas cuantitativas fijadas por el Protocolo de Kioto. Pese a ello ratificó el acuerdo, previa aprobación del Congreso Nacional el día 13 de julio de 2001, a través de la ley nacional 25.438. En consecuencia, su condición de país adherente hace que deba comprometerse con la reducción de emisiones o, al menos, con su no incremento.
Cabe destacar que Argentina sólo participa del Artículo 12 del mencionado protocolo, llamado Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). Un proyecto en el marco del MDL es un proyecto de reducción de emisiones o secuestro de carbono que se lleva a cabo en un país en desarrollo. Para promover Proyectos para el MDL la Argentina tiene una Oficina para el Mecanismo de Desarrollo Limpio(OAMDL).
Después de Kioto
Las llamadas Partes (miembros de la CMNUCC) se reunieron por primera vez para su seguimiento en Montreal, Canadá, en 2005, donde se estableció el llamado Grupo de Trabajo Especial sobre los Futuros Compromisos de las Partes del Anexo I en el marco del Protocolo de Kioto (GTE-PK), orientado a los acuerdos a tomar para después de 2012.
En diciembre de 2007, en Bali, Indonesia, se llevó a cabo la tercera reunión de seguimiento, así como la 13ª cumbre del clima (CdP 13 o COP13), con el foco puesto en las cuestiones post 2012. Se llegó a un acuerdo sobre un proceso de dos años, u “hoja de ruta de Bali”, que tiene como objetivo establecer un régimen post 2012 en la XV Conferencia sobre Cambio Climático, (también "15ª cumbre del clima", CdP 15 o COP15) de diciembre de 2009, en Copenhague, Dinamarca.
Esa "hoja de ruta" se complementa con el Plan de Acción de Bali, que identifica cuatro elementos clave: mitigación, adaptación, finanzas y tecnología. El Plan también contiene una lista no exhaustiva de cuestiones que deberán ser consideradas en cada una de estas áreas y pide el tratamiento de “una visión compartida para la cooperación a largo plazo”.
Las metas que tiene el Protocolo:
Los países industrializados firmantes se han comprometido a reducir las emisiones de gases contaminantes en un promedio de 5% entre los años 2008 y 2012, en relación con los niveles registrados en 1990Cada país signatario tiene sus propias metas. Las naciones de la Unión Europea deberán disminuir las emisiones en un 8%, mientras que Japón deberá hacerlo en un 5%.En cambio, a algunos países con bajas emisiones se les autoriza a incrementarlas.
¿Se han cumplido hasta ahora estas metas?
Los países industrializados disminuyeron sus emisiones combinadas en aproximadamente el 3% de 1990 a 2000, pero esto se debió principalmente al colapso económico de la antigua Unión Soviética.La ONU dice que las naciones industrializadas no están ahora cumpliendo con sus metas y predice que para 2010 las emisiones estarán 10% por encima de los niveles de 1990.Sólo cuatro países de la Unión Europea podrían cumplir sus objetivos para el final de la década.¿Tiene perspectivas de éxito el Protocolo?Para que entre en vigor hace falta la ratificación de al menos 55 países que sumen el 55% de las emisiones mundiales.El tratado sufrió un revés cuando EE.UU. -responsable de al menos el 55% de las emisiones- decidió retirarse en 2001.La incertidumbre alrededor de la posición de Rusia generó dudas sobre las perspectivas de éxito; sin embargo, ahora los observadores se sienten optimistas y creen que se podrá alcanzar el límite necesario para que el acuerdo entre en vigor.

Cuál es la razón por la que se pretende reducir la emisión de gases provenientes de la actividad humana.

La razón por la que se pretende reducir la emisión de gases provenientes de la actividad humana en la tierra es porque en el ultimo siglo el ser humano a tomado por decirlo asi una conciencia "Ecologica" por no despreciar los meritos de mucha gente, que ha tratado de combatir este gran problema.
La tierra por si misma emite gases que manitene a esta en un equilibrio constante y necesario para la vida, pero nosotros los seres humanos hemos aumentado estas emisiones de gases los cuales estan logrando desequilibrar la tierra poniendo en peligro la vida en nustro planeta, por esto queremos reducir la emision de dichos gases.
No mucha gente tiene esta conciencia y en la mayoria de los casos es por falta de educacion o conocimiento. Tenemos que entender que es un problema mundial el cual todos lo tenemos que combatir para poder " devolverle la vida" a nuestro planeta.